"THE GINGERBREAD MAN"
STORY
Ingredientes
Para 20 unidades
Mantequilla sin sal troceada 140 g
Azúcar moreno 50 g
Melaza o miel de caña 75 g
Huevo 1
Jengibre molido 2 cucharaditas
Canela molida 1 cucharadita
Nuez moscada molida 1 buena pizca
Bicarbonato sódico (o levadura química) 1 cucharadita
Sal 1/4 cucharadita
Harina de repostería 300 g
Azúcar glasé para la glasa (aproximadamente) 200 g
Clara de huevo pequeña 1
Tiempo total 40 m
Elaboración 30 m
Cocción 10 m
Reposo 2 h
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Dificultad: Media
Lo mejor es preparar la masa el día antes o por la mañana y así no agobiarnos con el reposo. Para ello, trocear la mantequilla y disponerla en un cazo con el azúcar moreno y la melaza. Calentar a fuego suave hasta que se derrita. Remover con suavidad, añadir todas las especias y dejar enfriar unos 10 minutos.
Tamizar aparte la harina con el bicarbonato sódico y la sal. Formar un pequeño huevo y añadir los ingredientes húmedos y el huevo. Batir un poco con unas varillas manuales y empezar a mezclar todo hasta tener una masa homogénea. Estará húmeda y pegajosa.
Colocar una base de plástico film en la superficie de trabajo y volcar la masa. Extender un poco para aplanarla y envolverla por completo con el plástico. Dejar enfriar en la nevera como mínimo dos horas.
Si la hemos dejado toda la noche puede que esté muy dura, así que podemos dejarla atemperar fuera mientras precalentamos el horno a 180ºC. Preparar también un par de bandejas o fuentes con papel sulfurizado, y sacar el rodillo.
Extender la masa -mejor si trabajamos con la mitad primero- usando un rodillo. Sobre papel sulfurizado o enharinando un poco la mesa no debería pegarse. Dejar un grosor de unos 4-6 mm. Cuanto más finas, más crujientes. Recortar las galletas con el cortador y colocarlas en las bandejas, dejando espacio entre ellas.
Si queremos usarlas como adorno, necesitarán un agujerito para introducir un cordón o cinta. En ese caso, podemos usar una pajita, justo en la parte superior de la cabeza, sin acercarnos demasiado al borde. Es mejor hacerlas más finas para que no pesen mucho.
Hornear durante unos 10-12 minutos, solo hasta que se empiecen a tostar por los borde, o justo antes; se endurecen al enfriar. Esperar un poco fuera del horno antes de trasladarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
Para decorarlas, tamizar el azúcar glasé. Batir la clara de huevo -pequeña, no necesitamos mucho- ligeramente, añadir 1/3 del azúcar y seguir batiendo con batidora de varillas. Añadir más azúcar poco a poco hasta tener una textura espesa, homogénea, como de pasta de dientes.
Usar la glasa para decorar las galletas al gusto, con una manga pastelera o un lápiz decorador de pastelería, preferiblemente con boquilla pequeña. Depende mucho del tamaño de las galletas o del molde que hayamos usado.